miércoles, junio 15, 2005

Entre la última y las primeras cuatro ondas de esta vuelta.

La Tierra nos parió arrojándonos a un mundo de caminos caminados. El alma del descubridor se ha quedado atrás. Ya no me importa llegar y que halla coca-cola, me la tomaré con gusto si es lo único que hay. El alma del descubridor ha mutado su forma. Los tarahumaras caminan silenciosos entre los barrancos. La mercadotecnia ha rayado en la pasión.

No se porqué pero me alegra la idea de sentirme pequeño. En estas alturas lo veo mejor. Entendí que tenía que burlarme de mí mismo, burlándome de todos. Era la forma de pertenecer a ese círculo sagrado de mierda. Y entonar las canciones que duelen, solo ahí podía ser digerido por el ente.

Y le echamos la culpa al tiempo y decimos que es poco.