215 día 6 luna 3

Hoy es cumpleaños de Martha.

Estoy en ceros. Es posible que la nostalgia me atrape. Las condiciones son ideales para que la presa cumpla con su ser. Caiga. Cuanto tiempo dejaremos correr en protocolos. Todo. Hasta que esté listo el momento.

Vamos a seguir sentados, que te parece. Diremos uno, luego dos y luego tres. Tal cual es. Paso a paso. Mi afán por darle prisa que no te llame. Es “esta” banalidad del cuerpo. Pero tienes razón. A través de los 52 madura el sentido. Las cosas toman forma sobre el tiempo.

Veo. Es posible que tome cualquier cosa. Desde que digo lo que estás pensando estoy atrapado en tu “al mismo tiempo”. Tus labios cuando piensan me lo dicen ciegos. Tus ojos captan a través de ti. ¿Y el presente mujer? ¿Y nosotros? Puede ser momento también para desgreñar el pasado. La sabiduría podría tener por ahí pegadas unas hojas secas.

Es otoño. Las hojas a fin de cuentas caerán. Porqué no sacudir el árbol. Desde el sentido de nuestra humanidad estamos hechos para eso. El oráculo dirá que el sabio dice lo contrario. Y tiene razón. Esperar es dejar a la naturaleza. Que caigan hojas verde podría aumentar nuestra temperatura. Y al mundo le sobra eso. Esto de aprender lo que es sano me mueve. Aunque a veces sea separarnos.

La verdad es que me gusta ver televisión y escribir. Hoy no llegue. Para ponerlo con algunas palabras decidí no parar. Jugar tu 52. Por todo lo que no se ha quemado. Si esto es verdad el fuego te va a consumir. A ambos. Estamos juntos en esto. Y todo lo que no sirve caerá. Será cenizas que viajarán por el viento. Todo lo demás se resume en una llamada por teléfono: te quiero.

Para terminar el día esta es la visión: los lazos energéticos los he debilitado. La fuerza es toda la suma al principio. Y las estrategia nos mantiene separados. Digo. Yo no hago otra cosa más que pensar en ti. Como canción de pop. Y tu seguro estás sentada en ese sillón. Sabiendo como todos los días, que es en vano. Pero quieres. Y no te puedes resistir.