Dejé pasar un día. No se cuantos renglones de silencio son, pero una escena de celos es lo último que quería protagonizar. No se, no voy a negar nada. Sólo diré que tus lágrimas se han secado en mi garganta, y lo que pase ahora diga más que todo que primero somos hombre y mujer.
Es posible que algo ocurra.
Aprende. El día de la revolución no es el 16 de septiembre.
Es el ego que no me deja.
La historia del mochomo todos los días cambia.
Sersato me tiene loco.
lunes, septiembre 08, 2003
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